Pronunciamiento A 8 Años: Honrar La Vida.
Los familiares, sobrevivientes y amigos de los chicos de Cromañón hemos transitado 8 años de dolor, lucha y encuentro con otras víctimas. Tal como se plantea en el documento conjunto con otros familiares, al cual haremos referencia, “tuvimos y tenemos que aprender derecho penal, a leer entre líneas, a golpear puertas y ocupar calles, a organizar grupos, a difundir eventos. Todo esto sin la certeza de que se hará justicia. Justicia que no se expresaría solamente en el fuero del Poder Judicial, sino en los cambios necesarios para que ocurra el NUNCA MÁS para el gatillo fácil, la corrupción estatal-empresarial, la represión, la trata y desaparición, la violencia institucional, los “accidentes” que no son tales sino desastres previsibles.”
En este marco, 2012 ha sido el año de la sentencia del Segundo Juicio Oral Cromañón, aquel donde estaban imputados entre otros, Juan Carlos López, ex Secretario de Justicia y Seguridad Urbana de la gestión de Aníbal Ibarra, Rafael Levy, dueño del boliche trágico y del hotel Central Park al lado del mismo, junto a otros funcionarios de la Ciudad.
En esta injusta sentencia, que aún no está firme por los diversos reclamos, solamente fue condenado Rafael Levy. Levy, dueño de Cromañón, socio de Chabán, con actividad comercial montada sobre una red de empresas off shore como “Nacional Uranums Corporation”, “Nueva Zarelux Sociedad Anónima” “ Compañía Argentina de Emprendimientos Comerciales” ( CAECSA ), “Financiera Rucas Sociedad Anónima” etc, que constituyen sociedades ficticias constituidas a los fines de encubrir otros fines , violar la ley y atacar los derechos de terceros, enmascarando el nombre de los titulares: así, parece que nadie es responsable de esta corrupción que mató a 194 personas. Levy, quien como socio de Chabán en la sombra, suministró el local, suministró la habilitación y dispuso el cierre de la puerta alternativa de emergencia.
En esta injusta sentencia, no se condenó a ninguno de los ex funcionarios ibarristas, en especial Juan Carlos López, titular de Justicia y Seguridad Urbana. López logró zafar de su lógica sanción, ya que su función dependía directamente del Jefe de Gobierno, de manera que en ese momento su responsabilidad investía el nivel de una secretaria de estado, porque en la fecha, la Ciudad carecía de una ley de Ministerios.
El Secretario de Justicia y Seguridad Urbana tenía a su cargo, entre otros objetivos, planificar estrategias y políticas metropolitanas concernientes a un Sistema Integral de Seguridad de acuerdo a la Constitución y leyes concordantes de la Ciudad y en concordancia con las establecidas en el ámbito nacional; planificar políticas de seguridad en el ámbito de la Ciudad coordinando su ejecución con las Fuerzas de Seguridad que actúan en la jurisdicción; coordinar y ejecutar las acciones que requieran apoyo de la fuerza pública en el ejercicio del poder de policía propio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En particular debía ejercer en forma integral el poder de policía en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Su negligencia fue criminal para 194 jóvenes y los miles de sobrevivientes. Sin embargo, López no fue condenado, como ningún otro de sus funcionarios en este segundo juicio; tampoco fue condenado el ex comisario Sevald de la Comisaría 7ma.
2012 fue también el año del “Cromañón en las vías”: el llamado accidente del tren de Once, que dejara el saldo de 52 vidas perdidas. Vidas de trabajadores que no tenían otro remedio que tomar el tren, todos los días para ir a su trabajo. El 22 de febrero de 2012, a los familiares y amigos de Cromañón nos volvió a doler el corazón, encontrando escenas repetidas a las que vivimos el 30 de diciembre. Familiares desesperados, información que no llegaba, culpabilización de las víctimas, un desastre anunciado.
Apoyamos y nos solidarizamos con el pedido de los familiares de Once para el procesamiento como integrantes de una asociación ilícita para los ex secretarios de transporte Jaime y Schiavi, y la prisión preventiva tanto para ellos como para los Cirigliano y sus cómplices, ex funcionarios y empleados que con su inmoral idea de la ganancia empresarial y lucro personal llevaron al desastre del 22 de Febrero. Sepan los familiares y sientan todo nuestro acompañamiento y solidaridad!
Cromañón, Kheyvis, Beara, la tragedia de Once son el resultado de la conjunción entre la corrupción política, estatal y empresarial.
2012 fue también el año del Juicio por Marita Verón, un juicio que seguimos atentamente por su significación en la lucha contra la trata y desaparición de personas. Su deficiente proceso de Instrucción y su vergonzoso fallo enlutan a todos quienes estamos preocupados por la desaparición y explotación de miles de jóvenes mujeres representadas en Marita. En su proceso, saltaron a la vista otros delitos cometidos por quienes hoy no han sido condenados. Nuevamente, el poder político intentó silenciar verdades que son gritos para todos nosotros. El gobernador de Tucumán no es ajeno a esta situación, en primer lugar por su alta investidura; y en segundo porque produjo hechos como la eliminación de la Fiscalía Anticorrupción y la modificación de la Ley de Fueros, para facilitar que los políticos con cargo ejecutivo y/o electivo no puedan ser investigados como un ciudadano común sino sujetos a determinadas reglas procesales.
2012 ha sido también, el año que en sus últimos momentos produjo la noticia de un triunfo en nuestra lucha: la condena de cumplimiento efectivo, a 14 de los imputados por la masacre de Cromañón.
Sabemos perfectamente que la condena fue insuficiente, que la carátula debió ser de estrago doloso y no culposo; sabemos que en el proceso quedaron, en estos años, Ibarra sobreseído, muchas causas cajoneadas –la de la Morgue, la de la Emergencia- y que en ese banquillo de acusados sin duda no estaban sentados todos los que debían estar. Sin embargo, el fallo no puede menos que alegrarnos, que ayudarnos a ver que nuestro camino de lucha fue correcto, Es un fallo que alienta también a todos quienes luchan por memoria, verdad y justicia en los crímenes cometidos en democracia.
Este fallo acepta por primera vez la alta responsabilidad de funcionarios públicos, como Fabiana Fiszbin, Ana María Fernández y Gustavo Torres, y los condena a penas de cumplimiento efectivo que ya han comenzado a hacerse realidad en estos días. El fallo también condena a 8 años al ex sub comisario de la Comisaría 74, Carlos Díaz, demostrando que utilizó su alta responsabilidad para la corrupción que llevó a la muerte.
La desidia manifiesta, inoperancia, corrupción, son tanto más graves cuando quienes las ejercen tienen altas responsabilidades como estos funcionarios civiles y policiales: por el poder de decisión que asumen, y por el ejemplo que brindan al resto de la sociedad: la impunidad se multiplica también hacia la vida cotidiana y se expresa en hechos tales como la violencia, los prejuicios, la discriminación, entre otros.
Llegamos a este fallo con un esfuerzo mayúsculo, tanto en materia penal como en movilizaciones y presencia. Otros casos no han podido hacerlo. Por esto nos parece importante lograr a futuro, que los crímenes cometidos por altos funcionarios en ejercicio de su función, sean considerados, así como los de Lesa Humanidad, imprescriptibles, ya que nos afectan a todos. Inclusive, a las vidas de aquello que más queremos. “Ser funcionario no puede ya significar un pasaporte al privilegio y la impunidad. Lo “público” que cuida un funcionario, somos todos nosotros, nuestros hijos y los que vendrán”.
Lo concreto es que lo logramos: en estos momentos el pueblo argentino se ha liberado de la acción de 3 funcionarios civiles y un alto funcionario policial responsables de la masacre: a prisión efectiva.
Un comentario breve, merecen las declaraciones de Omar Chabán antes de la noticia, en el sentido de presentarse como un pobre empresario-artista preocupado por la cultura, y nuevamente apuntando hacia la culpabilización de las víctimas, o las acciones del cantante del grupo Callejeros quien sin duda debería cumplir, democráticamente, su condena en un pabellón psiquiátrico de una prisión estatal.
Sin embargo, estas acciones no lograrán opacar el logro que significa la prisión de cumplimiento efectiva de altos funcionarios. Podemos tomar un respiro en la lucha, podemos pensar más allá, ya que nos espera el camino de los reclamos por la sentencia en el Segundo Juicio, y todas las acciones de unidad con otras victimas de impunidad en democracia.
Por los que no están, por los que están y por los que vendrán: nuestra lucha fue y es justa, nuestra lucha fue y es de todos. Levantamos una copa recordando a los familiares fallecidos en este camino, recordando a nuestros chicos y a tantos otros jóvenes a quienes se les coartaron sus derechos, en democracia. Agradeciendo a quienes nos han representado en el Fuero Penal tan dignamente.
No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos. La única lucha que se pierde es la que se abandona.
Los Chicos de Cromañón presentes.
